PSORIASIS Y EMBARAZO
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta a hombres y mujeres por igual. Sin embargo, en el caso de las mujeres, la mayoría de los diagnósticos ocurren durante la edad fértil1, con un inicio promedio alrededor de los 28 años y el 75% antes de los 40.
Cambios hormonales y brotes de psoriasis
Los cambios hormonales que acompañan al embarazo pueden desencadenar brotes intensos en hasta el 23% de las mujeres afectadas. Esta fluctuación hormonal puede alterar el equilibrio del sistema inmunológico, lo que a su vez puede exacerbar los síntomas de la psoriasis. Además, la elevación de ciertas citocinas y quimiocinas, como el factor de necrosis tumoral (TNF) alfa, puede aumentar el riesgo de complicaciones durante el embarazo, como parto prematuro, restricción del crecimiento intrauterino y aborto espontáneo.2
Comorbilidades y factores de riesgo que aumentan las complicaciones durante el embarazo y que pueden agravar la situación, tanto para la madre como para el bebé.3
DIABETES
ENFERMEDADES CARDIOVASCULARES
SOBREPESO
TABAQUISMO
Impacto en las enfermedades inmunomediadas
Las enfermedades inflamatorias inmunomediadas (IMID) pueden ser afectadas por el embarazo, con efectos variables dependiendo del tipo específico de IMID. Es crucial evaluar esta relación para un manejo adecuado.
El conjunto de cambios inmunológicos durante el embarazo, favorece la actividad Th-2, lo que podría explicar por qué determinadas enfermedades autoinmunes como la psoriasis y la artritis reumatoide, en las que intervienen citocinas de tipo Th-1, tienden a mejorar, mientras que aquellas mediadas por citocinas de polaridad Th-2, como el lupus eritematoso, empeoran durante la gestación.4
Debido a que las IMID pueden complicar el embarazo y la salud de la paciente, muchas mujeres optan por evitar el embarazo voluntariamente. Es fundamental comprender estos factores para manejar la psoriasis durante el embarazo y garantizar un embarazo, parto y posparto adecuados.
Cambios durante el embarazo y postparto
Las mujeres embarazadas con psoriasis tienen un mayor riesgo de complicaciones durante el embarazo, como parto prematuro y (pre)eclampsia, así como de problemas neonatales, como malformaciones congénitas y bajo peso al nacer, en comparación con aquellas sin psoriasis.
El efecto del embarazo en la psoriasis puede variar considerablemente de una mujer a otra. Se estima que entre el 30% y el 40% de las mujeres embarazadas con psoriasis experimentan una mejoría en su condición durante el embarazo.
Sin embargo, esta mejoría puede ser temporal y seguida de un empeoramiento de los síntomas entre las 4 y 6 semanas posteriores al parto. Hasta un 40-90% de las mujeres pueden experimentar un rebrote significativo justo después del parto.5
Un estudio retrospectivo realizado en 91 mujeres embarazadas con psoriasis encontró que la enfermedad mejoraba en el 56%, empeoraba en el 26% y permanecía sin cambios en el 17.6%.6 La mayoría de los cambios se observaron durante el primero y segundo trimestre, y la respuesta fue similar en embarazos posteriores. 7,8,9
Tratamiento de la psoriasis durante el embarazo
El tratamiento de la psoriasis durante el embarazo puede ser un desafío, especialmente en casos severos. Aunque en casos leves el tratamiento suele ser similar al de las personas no embarazadas, en casos severos se deben considerar cuidadosamente los riesgos y beneficios de cualquier intervención.
Se deben evitar ciertos medicamentos sistémicos, como los retinoides y algunos inmunosupresores, debido al riesgo de efectos adversos para el feto en desarrollo. Sin embargo, existen opciones de tratamiento tópico que pueden ser seguras y efectivas durante el embarazo, como los corticosteroides tópicos y los derivados de la vitamina D.
Es fundamental que las mujeres embarazadas que padecen psoriasis trabajen en estrecha colaboración con su equipo médico para desarrollar un plan de tratamiento que aborde sus necesidades individuales y minimice los riesgos para ellas y sus bebés.
Nota creada en colaboración con el profesor Ramon A Fernandez Bussy
Referencias:
1. D. Levine, A. Gottlieb. Evaluation and management of psoriasis: An internist's guide. Med Clin North Am, 93 (2009), pp. 1291-1303. http://dx.doi.org/10.1016/j.mcna.2009.08.003
2. Actas Dermatoifilograf.2014 105,(8),734-743 https://www.actasdermo.org/es-psoriasis-embarazo-revision-i--articulo-S0001731013002792
3. G. Bandoli, D.L. Johnson, K.L. Jones, J. Lopez Jimenez, E. Salas, N. Mirrasoul, et al. Potentially modifiable risk factors for adverse pregnancy outcomes in women with psoriasis. Br J Dermatol, 163 (2010), pp. 334-339. http://dx.doi.org/10.1111/j.1365-2133.2010.09899.x
4. A. Boyd, L. Morris, Ch Phillips, A. Menter. Psoriasis and pregnancy: Hormone and immune system interaction. Int J Dermatol, 35 (1996), pp. 169-172
5. A.E. Tauscher, A.B. Fleischer, K.C. Phelps, S.R. Feldman. Psoriasis and pregnancy. J Cutan Med Surg, (2002), pp. 561-570
6. S.P. Raychaudhuri, T. Navare, J. Gross, S.K. Raychaudhuri. Clinical course of psoriasis during pregnancy. Int J Dermatol, 42 (2003), pp. 518-520
7. J Dtsch Dermatol Ges. 2022 May;20(5):653-683
8. Surg Pathol Clin. 2023 Sep;16(3):485-498
9. BMC Embarazo Part. 2023; 23: 703
PREVENIR ES ESENCIAL
Los síntomas de la enfermedad psoriásica pueden ser variados y es importante identificarlos tempranamente.
Completá el siguiente cuestionario para saber si debes consultar por tus síntomas a un especialista.